¿𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞́𝐢𝐬 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐲 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐢𝐧𝐚, 𝐞𝐧 𝐂𝐚𝐫𝐫𝐢𝐳𝐨𝐬𝐚?
En Carrizosa hay un rincón humilde y, a la vez, esencial para entender cómo se vivía en el pueblo durante siglos: la Fuente de la Mina (también llamada en algunos textos pilar de la Mina). No es solo “una fuente”: fue agua para beber, abrevadero para el ganado y, durante mucho tiempo, una pieza práctica de la economía cotidiana de la localidad.
𝐔𝐧𝐚 𝐟𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐮́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚… 𝐲 𝐮𝐧 𝐚𝐛𝐫𝐞𝐯𝐚𝐝𝐞𝐫𝐨
Según la información patrimonial del propio Ayuntamiento, en su origen esta fuente servía como abastecimiento público de agua y abrevadero de animales. Y además, no se quedaba ahí: también se utilizaba para el riego de las huertas situadas antiguamente por debajo de ella, en zonas que hoy ocupan el matadero y otras fincas privadas.
¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞́ 𝐬𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚 “𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐢𝐧𝐚” 𝐬𝐢 𝐚𝐪𝐮𝐢́ 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐢𝐧𝐚?
La clave está en el sistema antiguo de captación: recibe ese nombre por el empleo de cimbras subterráneas para drenar y recoger aguas subterráneas y conducirlas hasta la fuente. Dicho de forma sencilla: una especie de “ingeniería tradicional” bajo tierra, pensada para buscar el agua y traerla de manera continua.
(Curiosidad: este tipo de soluciones recuerda a las galerías de captación tradicionales que en otros lugares se conocen como viajes de agua o qanats, adaptadas a las necesidades y al terreno.)
𝐔𝐧𝐚 𝐨𝐛𝐫𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐢𝐠𝐮𝐚… 𝐜𝐨𝐧 𝐟𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚
Hay algo que aumenta su aura: no se conoce con certeza su fecha de construcción. En muchas localidades, este tipo de pilares y fuentes se fueron reformando una y otra vez, por lo que a veces es difícil “ponerles partida de nacimiento” con exactitud. En Carrizosa, lo que sí consta es que su origen y cronología concreta son desconocidos.
𝐋𝐚 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐚: 𝐫𝐞𝐬𝐭𝐚𝐮𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐚𝐟𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐚𝐝𝐚𝐬
Aquí entra una parte delicada (y muy habitual en el patrimonio popular): la Fuente de la Mina ha sufrido intervenciones que, en lugar de devolverle su aspecto, a veces han terminado por alterar su fisonomía, sustituyendo elementos originales por cemento y piedra distinta.
Cuando en un monumento tradicional se pierden las piedras originales o se cambian materiales (sobre todo si se usa cemento donde antes había cal y piedra), no solo cambia el “look”: también cambia cómo envejece, cómo respira y cómo soporta la humedad. Por eso, conservar su identidad no es solo una cuestión estética: es también una cuestión de durabilidad.
𝐔𝐧 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐚 𝐞𝐥 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐫𝐧𝐨
Además de su valor histórico, la Fuente de la Mina aparece como lugar de referencia en rutas de paseo/senderismo por el término, dentro de recorridos que bajan desde el pueblo hacia el entorno del río Cañamares. Es de esos sitios que “te obligan” a parar un momento, mirar el agua y seguir.
𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐫: 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐠𝐢𝐠𝐚𝐧𝐭𝐞
La Fuente de la Mina es uno de esos símbolos que no necesitan grandes carteles: habla de agua, de campo, de animales, de huertas, de vida diaria. Y quizá por eso merece el mayor de los respetos: el de conservarla con cuidado, sin “modernizarla” hasta borrar lo que la hace auténtica.
Fuentes consultadas:
- Ficha patrimonial de la Fuente de la Mina – Ayuntamiento de Carrizosa.
- Inventarios y referencias de patrimonio hidráulico tradicional de la provincia de Ciudad Real.
- Información recogida en rutas locales y descripciones de senderismo del entorno del río Cañamares.
- Memoria oral y tradición popular de Carrizosa sobre el uso histórico de la fuente como abastecimiento, abrevadero y riego de huertas.
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