España en 1902: el fin de la Regencia y el inicio de un reinado lleno de incógnitas
El año 1902 marca un momento decisivo en la historia contemporánea de España: el joven Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad y se convierte oficialmente en rey, poniendo fin a la larga regencia de su madre, María Cristina de Habsburgo, que había dirigido el país desde la muerte de Alfonso XII en 1885.
El cambio genera expectativas, temores y la sensación de que España entra, por fin, en un nuevo capítulo.
El joven monarca asume el poder
El 17 de mayo de 1902, Alfonso XIII jura la Constitución y comienza su reinado. La ceremonia, solemne y altamente simbólica, pretende transmitir estabilidad y continuidad institucional. Sin embargo, bajo la superficie, España está lejos de ser un país tranquilo.
El sistema de la Restauración, con su turno pactado entre conservadores y liberales, sigue funcionando, aunque cada vez más desgastado. La llegada del nuevo rey no soluciona los principales problemas: desigualdad social, atraso económico, caciquismo y una creciente tensión obrera.
Sagasta se despide, y se abre otra etapa
A comienzos de año continúa como presidente del Gobierno Práxedes Mateo Sagasta, figura clave del liberalismo y protagonista político durante décadas. Pero la renovación no tarda en llegar: la vejez y el cansancio político se hacen evidentes, y su retirada marca simbólicamente el final de toda una generación.
Con la mayoría de edad del rey, el liberalismo se reorganiza, aunque sigue dividido en corrientes internas. Entre bambalinas, los conservadores esperan para regresar al poder según marque el turno, cada vez más cuestionado.
España que vive y trabaja
Mientras tanto, la vida cotidiana sigue su curso entre enormes diferencias sociales:
- En las grandes ciudades, la industria sigue avanzando, con fábricas repletas y condiciones laborales duras.
- En la España rural, la pobreza persiste y los jornaleros apenas ven mejoras, especialmente en regiones agrícolas como Castilla-La Mancha y el Campo de Montiel.
- Los movimientos obreros, aunque todavía lejos de su auge, comienzan a ganar fuerza, preparando el terreno para futuros conflictos.
Cultura, sociedad y un país que mira hacia fuera
La España de 1902 busca un lugar en un mundo que avanza más rápido de lo que ella puede seguir. Se impulsa el ferrocarril, se amplía la electrificación urbana y crece la prensa como motor de opinión pública.
La Generación del 98 continúa marcada por la reflexión sobre el país, sus males y sus posibles soluciones. La crisis del 98 sigue viva en la mente de escritores e intelectuales, que plantean reformas educativas, sociales y políticas.
Un reinado que empieza con esperanza… y dudas
La llegada al trono del joven Alfonso XIII despierta cierto optimismo entre quienes desean un rey más activo que su madre. Sin embargo, otros temen que la inexperiencia del monarca y la rigidez del sistema político lleven al país a tensiones mayores.
A la vista de los acontecimientos que vendrán en las décadas siguientes, 1902 es más que un simple cambio de etapa: es el prólogo de un siglo marcado por conflictos, reformas, esperanzas y profundas transformaciones.
0 comentarios:
Publicar un comentario