Entre las muchas historias que guarda el Viso del Marqués, hay una que despierta la curiosidad de cuantos lo visitan: la del célebre “lagarto del Viso”, un auténtico cocodrilo del Nilo que custodia siglos de leyenda.
Sea cual sea el origen real, lo cierto es que el cocodrilo —admirado, temido y finalmente venerado— se convirtió en una de las mayores curiosidades del pueblo. En 1995 fue restaurado tras siglos colgado del techo de la iglesia, donde sobrevivió incluso al terremoto de Lisboa de 1755.
Hoy, el espíritu del lagarto del Viso sigue muy vivo. A la entrada del municipio, una majestuosa escultura de acero corten, obra del artista José Lillo, rinde homenaje a esta criatura legendaria. Desde su instalación en 2022, preside una rotonda que despierta la intriga de quienes cruzan la carretera y se preguntan: “¿Qué historia habrá detrás de ese cocodrilo?”
Viso del Marqués no solo conserva un pedazo de historia en su iglesia y en el imponente Palacio de los Marqueses de Santa Cruz —actual Archivo General de la Marina—, sino también una leyenda que sigue atrayendo a viajeros, curiosos y amantes de lo singular.
Historia, arte y misterio se dan la mano en el corazón del Campo de Montiel.

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