Un invierno como los de antes en el Campo de Montiel
El invierno ha vuelto al Campo de Montiel como se recuerda de siempre. Frío constante, heladas matinales y cielos grises que devuelven a la comarca una estampa casi olvidada tras años de inviernos suaves y secos. No es un frío extremo, pero sí persistente, de los que marcan las rutinas diarias y obligan a abrigarse.
Este tiempo invernal ha coincidido además con la Navidad, y eso se nota. Porque la Navidad, tal y como la recordamos, siempre fue sinónimo de frío, lluvia y, en algunas localidades del Campo de Montiel, incluso de nieve. Una Navidad de calles mojadas, luces reflejadas en el suelo y hogares recogidos al calor de la lumbre.
Durante los últimos años, las Navidades templadas habían desdibujado ese imaginario colectivo. Este invierno, sin embargo, ha devuelto coherencia a las fechas y ha hecho que la Navidad vuelva a sentirse como tal.
El campo también agradece este paréntesis. El frío permite el descanso de la tierra y las lluvias comienzan a aliviar una sequía prolongada. Más allá del tiempo, este invierno conecta con la memoria de la comarca y con la sensación de que, al menos por unos días, todo vuelve a su sitio.
Porque cuando el invierno llega como invierno de verdad, el Campo de Montiel lo reconoce.
En Los 23 sabemos que el invierno es frío y el verano caluroso. Lo raro es que lleváramos años sin verlo.
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