Hacía tiempo que La leyenda del beso no pisaba las tablas del Teatro “Tomás Barrera”. Un año después del centenario de su estreno, la Semana Nacional de Zarzuela ha querido recuperar en su cartel uno de los grandes títulos del género lírico español.
La compañía Materlírica España se consolida en La Solana tras su brillante paso el año pasado con El cantar del arriero. En esta ocasión, bajo la dirección escénica de María José Molina, el elenco afrontó con maestría una obra tan bella como exigente, rica en coros y con una partitura de claros vuelos operísticos.
Uno de los momentos más especiales llegó con la inclusión de intérpretes en lengua de signos en dos pasajes emblemáticos —el dúo “Amor, mi raza sabe conquistar” y el recitativo donde Ulita narra la leyenda—, un gesto de inclusividad que la directora destacó como “una primera aproximación para que nuestro género lírico llegue a todos”.
La batuta de Pablo Gutiérrez guió el preludio con brillantez, mientras que los coros, reforzados por miembros de la ACAZ bajo la dirección de Daniel Báñez, aportaron fuerza y emoción.
El público respondió con entusiasmo: dos funciones con grandes entradas y ovaciones que fueron creciendo hasta culminar en el célebre intermedio —popularizado por Mocedades como Amor de hombre—, momento de esplendor para la orquesta.
En los roles principales, Paola Ariza (Amapola), Alberto Arrabal y Francisco Bermudo (Mario), Guillermo Bassoco (Iván), Rafa Cassete (Padre Alesko), Miki Ferrer (Gorón), María José Molina (Simeona) y Amparo Madrigal (Madre Ulita) firmaron interpretaciones memorables.
La leyenda del beso volvió a conquistar La Solana con su magia, su lirismo y su fuerza coral. Dos funciones para el recuerdo, que confirman que la zarzuela sigue más viva que nunca.

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